jueves, 29 de septiembre de 2011

Transparencia. Sombra sin cuerpo.


Pensando simplemente en una realidad,
la realidad de la transparencia, mi transparencia.
Aquella que me define como el que fui ayer
y el que soy hoy.


El precio de ésta realidad, incluye el hecho de pasar inadvertido ante tal don.
En la oscuridad puede figurar mi sombra, que no termina de reflejar mi ser
ya que es otra parte de él. La luz me refracta de tal manera
que mi vibración es idéntica y por tanto, indistinguible.


No hay cuerpo, no hay reflejo...
Simplemente la transparencia del ser,
que lo hace igual tanto en la luz como en la oscuridad.


De manera inconmesurable se muestran escépticos ante la naturaleza.
Perplejos al intentar entender mis palabras y no lograrlo.
Dudosos de que sus ojos distingan una imagen certera que me defina.
Y sin embargo, es lo que soy....