jueves, 14 de septiembre de 2023

El Andrógino Universal



“La evidencia de los cuerpos sutiles elevados, queda plasmada como el rocío que viene a traer el Archeus y el Gur a la cosecha en la que se laborará el Opus Minor. Como materia sublimada y disuelta que se eleva astralmente para luego, retornar la caída y coagular un nuevo cuerpo impregnándolo en elementos para darle forma al coloide fijo salino dentro del vehículo encarnado. Donde toda la historia de su physis, anima y pneuma se encuentran volatilizados dentro de una carga energética que como el símbolo del infinito, altera su polaridad para generar la vida al consumarse el matrimonio filosofal. En el cual Marte y Venus reposan ígneos mientras que Júpiter y Saturno generan el campo atractivo dentro de la fase de la Luna, en el que la sal ya lixiviada dará su color rubedo sulfuroso y mercurial en la fase inversa, denotando así la dualidad elemental y su naturaleza andrógina…”

La exégesis de Vitriol - El Hombre Planetario

El infortunio y la semilla



“Cuando el infortunio golpea el alma del ser, el ego de quien no se ha hecho amo y señor de su cosmos genera una crisálida umbría que impide que la gracia descienda coagulada por los astrales y lo impregne. Es menester que en el laboro de introspección, la materia oscura se volatilice en un ciclo ígneo para que recupere su pureza y sea lixiviada posteriormente. De esta forma el refinamiento será cada vez más sublime para que el espíritu active mecanismos tan sutiles, que no serían posibles de poner en marcha si nos sumiéramos en el camino que Dante signó a los círculos del bajo astral. El aura en su raíz dorada será entonces exaltada por la pneuma y se densificará reunido en vibraciones dentro de un cuerpo salino renovado… tierra de su tierra ya fértil, para la semilla del árbol del saber…”

La exégesis de Vitriol - El Hombre Planetario

lunes, 13 de enero de 2020

La Soledad

Del latín "solitas", radica en la "cualidad de estar sin alguien más" por sus componentes léxicos solus (solo) y el sufijo -dad (cualidad/calidad). Desde la antigua tradición según Fulcanelli, esta se divide en dos palabras: "Sol-Edad", dando como conjunción esta palabra, que deriva de "La Edad del Sol". Es la común unión del ser con su naturaleza ígnea y lumínica como la del astro refulgente, la época dorada donde el interior yace imbuido del color del plexo.

Esto se ve reflejado en la obra de Alexander Mann "The Lonely Road" (El Camino Solitario), como la ruta del Camino de Santiago de Compostela; donde el adepto se adentra a conocer los misterios de la vida y del esoterismo, teniéndose a sí mismo como única compañía.
Al igual que en la obra de Hans Thoma "Soledad", graficando la introspección en la que el hombre se sumerge para reactivar el movimiento astral del Microcosmos interior. Lo mismo ocurre en su "ora et labora" cuando transita la vía seca de la Gran Obra.

El vulgo ha tomado el papel de malinterpretar esta enseñanza, retromorfando la misma y confundiéndola con la desolación y la búsqueda de consuelo exterior, que radica en la necesidad desde el vacío en proclamar presencia de terceros con la finalidad de no apagarse, como cuando se enciende una vela para dar paz a los que han trascendido del plano material. Esta falsa luz, responde a la "des-solación" que es el detrimento del astral interno y al consuelo buscado.

El consolar-se irá acompañado desde la re-unión consigo mismo en base a la enseñanza de los preceptos, como han transitado Flamel y Maese Canches desde la exégesis de Abraham, en la cual como adeptos se han sumergido.



Mas no será esta posible si el vulgo busca incesantemente afuera la luz de la vela cuando, en principio, no vibra con su propio fuego interior.









La Flor

En la antigua tradición hermética, la flor es un símbolo que representa transmutación y resurrección. Basta con ver el ciclo de su vida desde que engendra la semilla el germen divino de su creación, pasando por el estadío de echar raíces a la tierra alimentada por la fuerza de vida del agua y en condiciones de luz y oscuridad junto con la ignición solar, pueda dar lugar a lo visible que percibimos ya naciente en calidad de materia.


La Fleur-de-Lis (Flor de Lis) es, desde su intrínseca esencia la sutileza en su invisible unidad hasta su visible manifestación; la más emblemática, enigmática y sublime representación de la luz surgida dentro de la oscuridad. Es símbolo de pureza, de inocencia.


Dicha gracia nace por intercesión de la oscuridad cenagal del pantano donde habita y florece. Cumpliéndose en ella el axioma: "como es arriba, es abajo". Simboliza la trinidad elemental alquímica así como su opuesto complementario tanto desde un astral como desde el otro. Junto con el León, la Cruz y el Águila es uno de los símbolos más utilizados en el esoterismo como se lo puede encontrar en cartas navales y mapas marcando el Norte geográfico como en "La rosa de los vientos". No es de sorprender que los Scouts la tengan como símbolo de su ideal (siempre hacia arriba). Siendo que la palabra "Scout" (en español escultismo) significando "explorar" teniendo su influencia catalana en "escoltar" (escuchar).



"Aquel que escucha la palabra desde el verbo en silencio, comprende. Quien explora desde su inocencia y pureza, descubre. Comprender en el descubrir, es entender el axioma de Hermes y el ciclo eterno de muerte y resurrección. Es aproximarse al germen divino y unitario de donde todo nace y todo muere para volver a nacer. Como la flor, que luego de brotar cumpliendo el ciclo elemental, desparrama sus semillas para así retornar nuevamente al entorno vibratorio donde se separará... para volver a re-unirse."



miércoles, 31 de julio de 2019

Mercurio: Géminis y Virgo




Primer Grabado: Mercurio en Géminis y Virgo




Grabado que representa al Dios Mercurio (su representación griega es Hermes) como mensajero de los dioses con su sombrero alado y el caduceo serpentario, a bordo de una carreta en la cual, es tirada por dos aves, precediendo un gallo a las mismas. En el inicio se lo ve a Mercurio arreando la carreta en el cielo dando connotación de su deidad natural y a la vez humana, notando no portar sus sandalias aladas características, lo que lo hace concerniente a la naturaleza de Aire volátil, dualitaria, bipolar y mutable de Géminis, así como la cualidad de Tierra fija, material y mutable de Virgo. Esto se ve representado en los dos glifos que tiran de la carreta de Mercurio, ambos dando nota del proceso del Nigredo y el Albedo tanto como el solve et coagula, misma dualidad encarnada en la materia de la antigua tradición hermética que, dicho sea de paso, esta misma palabra tiene su origen en el nombre del mismo Hermes el Tres Veces Grande. El gallo a su vez denota el proceso de la ­Vía Seca que es el cual lleva al artista a lograr la transmutación a través de fijar la materia al crisol. El caduceo serpentario utilizado abiertamente en la medicina, da como nota la naturaleza fija y volátil, así como la ascensión de la Kundalini sobre los Nadis energéticos. Se hace presente el glifo planetario de Mercurio, representando la trinidad alquímica elemental de la Sal, el Azufre y el Mercurio filosofal.

Obsérvese, sin embargo, que desde la palabra “gallo” denota a nivel laríngeo la imposibilidad, distorsión y desentonación de un sonido vocal y la relación con el abajo, la organización del trabajo, el orden y la estructura.

Géminis y Virgo representan a través de Mercurio la palabra, la expresión, la búsqueda de la razón, la organización y estructura. Así como también, representan la mentira, la deshonestidad y el escape fácil de las situaciones complejas y ajetreadas.

domingo, 20 de mayo de 2018

La estasis astral

El estado de inercia polimorfa exaltaba la cualidad térrea.
Aquel momento de fijación material
pregonaba lo que pretendía ocurrir.

Un falso fuego asentado en una base carbónica,
en el entonces, recorría los tres centros,
como si aquella serpiente no encontrara escapatoria alguna.

Un aire en el margen de los hemisferios astrales, denotaba
que era insuficiente el influjo de su corriente
para que la división disonante, diacrónica no los siga dividiendo.

El vástago, que censurado de brotar se encontraba...
por una fuerza de vida que aún no emanaba.

Un arco iris, que en consecuencia, no contenía principio
ni final. Se devoraba así mismo en un policromo abismal.

Momento era entonces de cesar,
de ser picado por el cuervo con el cuerpo a lixiviar.
Ser bañado por un lumen en el crisol para que aquel cuerno,
al alba, volviese con su armónico a sonar.

¿Será este aprendizaje el que ha de abordar? ¿Cuándo recobraría el manto de cristal?

Sólo la palabra justa podría bastar, 
para que en resonancia
se desbloquee aquel cerrojo celestial...

viernes, 20 de octubre de 2017

"¿Seguirás considerándote impune ante el sacrilegio propinado al canal etérico que conecta lo sutil con lo concreto? ¿Lo volátil con lo fijo? ¿El Cielo y La Tierra? Es parte de saber escalar los grises del equilibrio el no atentar contra ninguno de los extremos de una forma obsesivamente fatal...Mucha luz te enceguece, mucha oscuridad te desvanece..."